barriendo estrellas hasta que la
única queda en la negrura de mi
especial paisaje donde viajo como
negro abismo entre lúgubres
alas sinsentido al intentar
negar aquello que me mueve
oscilando en mecánico vicio
corroyéndome en contradicción en un
hoy tan presente como mañana intentando
esperar algo que por ley universal
debo ir sin regreso hasta disolverme en la
infinitud de su oscura fuerza sublime
obviando el ego terrenal que me aleja
sobre lo que verdaderamente quiero
amarla… “hasta que sea una dulce ancianita”
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