Preparando el atardecer
soy mi propio eclipse
apilando segundos para verla
A media luna asomándose,
asombrosa con su poder de atracción
enigmática única y profunda, se muestra
Ella arde bien en mi mente
comportándome burdo, salvaje
y hasta con momentos sutiles
quemándola hasta las cenizas
Quieto y en silencio
el movimiento me lleva hacia el sol
donde la soledad no es una totalidad
tan solo un completo
Siempre sintiendo su presencia
Donde las sombras no hacen ruido