a orillas opuestas, el abismo del caldero
dorado nos separa, transformándome en
un engendro entre las sombras donde solo
Vos Diosa Divina sabes encontrarme, hasta
que en herrumbre disolución el brillo desaparece
es entonces, que al cierre, cuando la primera
estrella se anuncia, Tu fuerza Diosa Divina me
arrebata en muerte, mi oscura alma se venga del
maldito día imposible y viajo abandonándome al
culto de Tu noche
donde la esencia nos une
entre sueños acotados
cuando termino en el tuyo
Tu comienzas en el mío
en un solo giro
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