Lejos de llegar a ese pensamiento crítico,
el bus se detiene en lo que parece el final,
todos los pasajeros giran hacia mí para
verme, momento en el cual los reconozco,
son todas mis muertes acompañándome
en el viaje
violentamente una a una regresan a mi
despertando demonios y alimentando
las sensaciones que en vida necesitaba.
agitado y descontrolado, maliciosamente
saludo a cada uno de mis fuerzas que regresan
La infernal Mujer sube,
el fuego marca la perfecta figura
vertiginosa, incendiando el pasillo
en cada uno de sus pasos acercándose
hasta el único pasajero Oscuro como
sombra de vida latiendo en extraños
deseos pervertidos
se sienta a mi lado, mis dedos rozan
sus curvas calientes en esa influencia
que me atrapa e hipnotiza con su voz
seductora e inocente diciéndome
que el viaje de sangre y el negro tiempo
aún no termina… la máquina… continua el camino
Ella comienza a susurrarme al oído,
mi sombra toma su forma humanoide
en cada gemido mis uñas crecen,
los dientes se afilan, la pasión crece…
ahora completo como un demonio,
comienzo a desgarrar el fuego de Mujer
hasta que de a poco con su sangre
comienza apagarse, descubriendo
su piel erizada estremeciéndome con sus
abrazos calientes y sus piernas rodeando
mi cintura, avivando mi infierno con su
acelerada respiración, cerrando los ojos
tirando su cabeza hacia atrás mirando el cielo,
mi lengua como fiera se divide invadiendo
todo su sexo y la superficie de sus pechos
jugando en sus timbres pezones hinchados
como víboras ponzoñosas invaden su vagina
abordando su clítoris, acariciando sus labios,
rosando entre ellos y sin penetrar...
el fuego eterno convirtiendo en vapor sus orgasmos
agónicamente jadea orgasmando, desangrándose
hasta la última gota… y antes de su último latido,
el poder de Diosa sale a relucir, me dice que este
no es nuestro destino y que nos debemos entregar
me tumba en el piso y comienza a cabalgarme con furia
destrozando eléctricamente cada uno de mis demonios,
con su profunda energía comienza a liquidarme
ambos comenzamos lentamente a morir,
desaparecemos de a poco hasta que el
silencio muestra asientos desocupados…
veo la ruta…
soy el chofer…
atento al camino…
llego al último momento que recuerdo
detengo el bus…
al bajar, veo el lago de sangre,
mirando cómo me hundo en este,
Intento salvarme, pero no puedo…
siento a mi lado a alguien…
Todo es noche… sin estrellas… sin luz…
alguien se acerca
me siento flotar en la espesa densidad oscura
elevándome en la nada
reconozco la luz borrosa,
la voz dulce me rescata
preguntándome si estoy bien,
asiento sin dejar de perforar su cuerpo
veo entre su escote lo abultado de sus pechos,
pezones marcados en punta aprisionados,
el alucinante perfume de Mujer,
sus piernas olímpicas que se pierden hacia
arriba en su vestido, preguntándome de que
color es su ropa interior
ambos sonreímos, Ella se aleja
y por dentro me digo
No he cambiado…
Nada, Nada, Nada
AC/DC - Highway to Hell
