letras que se derriten y tiñen
de amorfas figuras de algo en
la nada, solo dejando en lo que
era todo lo último congelado
vagando en el Universo como
pensamiento de alivio con la
suficiente energía como mensaje
en la muerte curva sueño, las manchas
se diluyen en el rostro oscuro que comienza
a deslucirse al celeste manantial que cae
en armoniosa cascada hasta llegar a su destino,
visitar al abismo y diluirse en este
cuota de imaginación y memoria en la
realidad, para cubrirme de sensaciones
y delirar que soy en lo que aún no soy
porque la unidad será en la oscuridad
donde siempre me espero…
sin testigos
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