bocados de inviernos
noche negra cae garra
suave peso frío
regreso a mis tumbas
viejos nuevos cementerios
vibra la daga frenética la herida
marcha hacia la madrugada los
crasos vientos sin despeinar respiro
vuelo frente a la lapida
luz de espejos desciendo
y en inmutable fugaz mirada
la no emoción
infiernos callados
cielos ausentes
no muerte no vida
el páramo es prometedor
a los sonidos jamás escuchados