una y otra vez… más de lo mismo…
pero con instantes distintos repetidos
entre el viento callado que juega a no
manifestarse ni romper la conexión
fluida y sublime de su baile
hasta que la alianza entre
el cielo y la tierra… finaliza
a excepción de una última vez,
antes de desaparecer
apenas un punto, que se deja ver
transparente flotando en el espacio
en pequeño brillo de un sol escondido,
en la oscuridad gris de la tarde
giro alrededor de ese momento y su apagada
sombra, dibujando en la palma de mi mano lo
que hasta ahora es, un instante cristal que dejó
de viajar tan solo para dejarse ver antes del final
la fuerza que la detenía, desaparece…
en caída libre llega al suelo rompiéndose
en miles de sensaciones, simulando una amorfa estrella
en la superficie absorbida por el desierto de algún
paraíso de cualquier paisaje
hace frío… la letra es triste,
pero me dejo llevar por el ritmo
el silencio… me ganó una vez más
mis demonios…
comienzan a despertar
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