larga espera hasta que el
amanecer madura, muere
contra el tiempo controlador,
en vuelo sombrío me cuelo como
aliento haciendo bailar el cortinado
ventanal, anunciando mi negra alma
al invadir Tu habitación
cubriéndote con mi oscuridad
durante el nacimiento sueño,
despierto en Tu cuerpo el calor del deseo
en las puertas del infierno,
mis demonios tocando timbres
provocando que el abismo se abra en
cada latido de vida, pariendo tormentas
silenciosas en la clara chispa de la noche
navego en tu piel custodiando
y alimentándome de cada gota
de energía que liberas…
hasta que la luz me liquida
la hora del sol me transforma
en pensamiento, viajando entre
calma y descontrol, al mismo peso
del aire, libre
en donde mi sombra existe…
siempre
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