Diosa en la tierra sus distintos mundos
acaricio el vientre perpetuo de su
oscuridad abriendo los ojos a su
lejana y masiva turbulencia
en cualquier demostración primitiva
comienzo a limar las memorias, maligno
y depravado juego con los restos que
Ella muestra
animalizado respiro a vicio su infierno
hasta que mis demonios me invocan
y mi parte cuervo se pierde en su
roja y furiosa religión nacimiento
de su negro abismo
Reina de las historias
hambriento devoro sus momentos
cada instante se pierde alimentando
lo no escuchado en los rigores de su fuerza invisible
despierta y despierta su infinito
regalándome sus brillos cielos
hasta que su luto la invade
mirándome maliciosa
decretando el fin
orando hechizos por mi muerte
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