sin mirar la miro…
acechando sus conspicuas piernas,
la manera en que sus pasos hacen
eco en mi depravada imaginación
su voz provocando continua presión
en mis infiernos volcán
su lenta seductora capacidad de sentarse
volándome la cabeza
la miro…
mis ojos la desnudan…
Ella sonríe, sabe que ya me tiene
entonces su paisaje se abre
perdiéndome en su sublime Universo
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