Desobediente, crudo, original
es el valiente que escribe,
admiro y respeto su tinta
mientras los fantasmas que venden humo,
no son capaces de rescatarse de su propia muerte absurda
en mi infierno nocturno,
los gritos furiosos de mi mente
callaron avergonzados al ver la humildad
que vi en los valientes
buena cuenta me doy…
que todavía me falta calle
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